Sweden's Electric Charging Road: A Pioneering Effort to Decarbonize Transportation

La carretera de carga eléctrica de Suecia: un esfuerzo pionero para descarbonizar el transporte

Suecia es líder mundial en la transición hacia los vehículos eléctricos. En 2021, los coches eléctricos representaron más del 20% de todas las ventas de coches nuevos en el país. Pero incluso con este rápido crecimiento, todavía quedan desafíos que superar, como la limitada autonomía de los vehículos eléctricos y la falta de infraestructura de carga.

Una forma de abordar estos desafíos es desarrollar vías de carga eléctrica. Estas carreteras utilizan tecnología integrada para cargar de forma inalámbrica los vehículos eléctricos mientras pasan por ellas. Potencialmente, esto podría eliminar por completo la necesidad de estaciones de carga, haciendo que sea más fácil y conveniente para las personas cambiar a vehículos eléctricos.

En 2016, la Administración de Transportes de Suecia (Trafikverket) inició un proyecto piloto para probar la viabilidad de esta tecnología. El proyecto piloto implicó un tramo de carretera de 2 kilómetros cerca de Estocolmo y se completó con éxito en 2018.

Tras el éxito del proyecto piloto, Trafikverket planea construir la primera vía de carga eléctrica permanente del mundo. La carretera estará situada en la autopista E20 entre Hallsberg y Örebro y está previsto que esté terminada en 2027.

La vía de carga eléctrica utilizará tecnología de carga inductiva. Esta tecnología implica incrustar bobinas en la superficie de la carretera y luego instalar una bobina receptora en la parte inferior del vehículo eléctrico. A medida que el vehículo pasa sobre las bobinas, se genera una corriente eléctrica en la bobina receptora, que luego se utiliza para cargar la batería del vehículo.

La tecnología de carga inductiva tiene varias ventajas sobre otros tipos de tecnología de carga de vehículos eléctricos. Es más eficiente que la carga conductiva, que implica conectar físicamente el vehículo a una estación de carga. La carga inductiva también perturba menos el tráfico, ya que no es necesario instalar estaciones de carga a lo largo de la carretera.

El desarrollo de vías de carga eléctrica es un gran paso adelante en la lucha contra el cambio climático. Al hacer que sea más fácil y conveniente conducir vehículos eléctricos, estas carreteras podrían ayudar a acelerar la transición hacia un sistema de transporte más limpio.

Además de los beneficios medioambientales, las vías de carga eléctrica también podrían tener una serie de beneficios económicos. Por ejemplo, podrían crear puestos de trabajo en la construcción y mantenimiento de carreteras. También podrían impulsar las ventas de vehículos eléctricos, lo que generaría ingresos fiscales para los gobiernos.

Por supuesto, también hay algunos desafíos que deben abordarse antes de que las vías de carga eléctrica se generalicen. Un desafío es el costo de la tecnología. Las carreteras de carga inductiva son más caras de construir que las carreteras tradicionales. Sin embargo, se espera que el costo baje a medida que la tecnología madure.

Otro desafío es la seguridad de las vías de carga eléctrica. Para evitar accidentes, las bobinas en la superficie de la carretera deben estar adecuadamente aisladas. Trafikverket está trabajando en el desarrollo de normas de seguridad para carreteras de carga eléctrica y se espera que estas normas estén vigentes cuando se construya la primera carretera permanente.

En general, el desarrollo de vías de carga eléctrica es una nueva tecnología prometedora con potencial para revolucionar el transporte. Suecia está a la vanguardia en este campo y es probable que otros países sigan su ejemplo en los próximos años.

A continuación se muestran algunos beneficios adicionales de las carreteras de carga eléctrica:

  • Podrían ayudar a reducir la congestión del tráfico, ya que los vehículos eléctricos no tendrían que detenerse para cargar con tanta frecuencia.
  • Podrían hacer que los vehículos eléctricos sean más accesibles para las personas que viven en zonas rurales, donde las estaciones de carga suelen ser escasas.
  • Podrían ayudar a reducir el impacto ambiental del transporte, ya que los vehículos eléctricos no producen emisiones.

Conclusión

El futuro de las carreteras de carga eléctrica es brillante. A medida que la tecnología continúe desarrollándose y su costo baje, es probable que las vías de carga eléctrica se generalicen en los próximos años. Esto podría tener un impacto importante en el sector del transporte y podría ayudar a acelerar la transición hacia un futuro más limpio y sostenible.

Regresar al blog
1 de 4